La leyenda de las siete hermanas peregrinas está estrechamente ligada al Bierzo y parte de sus principales iglesias. Que las protagonistas de la siguiente leyenda sean siete, no creemos que sea fruto de la casualidad. El número siete es un número de cierta relevancia popular. Se considera mágico y está directamente relacionado con la perfección, con la naturaleza e incluso con las deidades. Por este motivo, aparece frecuentemente en la mitología y en la religión.

La leyenda de las siete hermanas

Hay una hermosa leyenda que habla de las “Siete hermanas perdidas en el Bierzo”. La historia cuenta que hace mucho tiempo, siete jóvenes y hermosas mujeres se acercaron al Bierzo siguiendo la ruta Jacobea. En el alto de Foncebadón, La mayor de las hermanas se detuvo a cuidar de la más pequeña, aquejada por unas heridas en los pies. Las otras cinco aprovecharon esta parada para reconocer el camino que les esperaba. Emocionadas y maravilladas por el paisaje que se presentaba ante ellas, se pusieron a caminar hasta que se dieron cuenta de que ninguna de ellas veía a sus compañeras.

Cuando la hermana mayor las echó en falta se fue a buscarlas, dejando a la pequeña descansando a la orilla de una fuente. Al no encontrar al resto de sus hermanas, regresó al punto de partida pero la más pequeña ya no estaba. Desesperada le pidió ayuda a un pastor, quien le aconsejó que se subiera a la montaña más alta para poder tener una mejor visión del valle. Desde allí fue capaz de observar a cada una de sus hermanas situada en un sitio diferente.

Así fue como, más tarde, en cada uno de esos lugares se levantó una ermita para dar culto a una Virgen: Virgen de la Peña en Congosto, de las Nieves en Valdeprado, de las Angustias en Cacabelos, de los Escallos en Manzanedo de Valdueza, de la Guiana en pico de dicho monte, de la Encina en Ponferrada y de Fombasallá en Paradaseca.