Desde siempre

Castaña. El inconfundible sabor del otoño

El Bierzo es una comarca donde abundan los sotos de castaños, muchos de ellos centenarios. Su cultivo se remonta siglos atrás, traspasando la época de la invasión de los romanos.

Su origen incierto atiende a diferentes hipótesis. Hay quien atribuye la procedencia del castaño de Asia Menor, desde donde se cree que fue introducido en Europa por los romanos. Estos utilizaban la castaña para elaborar pan para sus tropas y como alimento para los caballos. Sin embargo, investigaciones más recientes, señalan que ya existían los castaños en la Península Ibérica antes de la invasión romana. Se han encontrado restos fosilizados con más de 2500 años de antigüedad que apoyan esta versión.

Sea como fuere, lo cierto es que la castaña ha sido durante siglos base fundamental de la alimentación. Es un producto muy versátil que puede consumirse fresco, cocido o transformarse en harina para su uso en repostería.

La castaña del Bierzo protegida bajo el sello Marca de Garantía se identifica con facilidad por su etiquetado. El Bierzo es una tierra fértil y con una gran producción de este apreciado fruto seco. En la actualidad son muchas las variedades que cada otoño se recolectan en la comarca, tales como pared, navia o galeguiña, rapona, de presa, negral o injerta, raigona y courelá.