La Virgen de la Encina, conocida como la Morenica debido al color de la talla, fue coronada patrona de todo el Bierzo el 8 de septiembre de 1908.

La leyenda de La Morenica

Dicen que un buen día, de regreso de la Batalla de Alarcos, un caballero de la Orden del Temple cabalgaba en dirección a Ponferrada completamente cubierto de sangre.

De camino, el caballero tuvo una extraña visión y así se lo hizo saber a sus hermanos de armas, a quienes contó que había visto a una mujer con un niño en brazos sobre la copa de una encina.

Años más tarde, los Templarios decidieron fabricar una fortaleza que protegiese la creciente población de la Villa de Ponferrada contra ataques y revueltas. Así pues, salieron a talar un encinar cercano para utilizar su madera en la construcción del nuevo castillo. Fue un veterano de Alarcos quien, al primer hachazo, rompió el tronco de una encina dejando al descubierto la imagen tallada de una Virgen Negra. Se dice que aquel certero golpe rozó la frente de la talla y que la señal aún se puede apreciar hoy en día. Los Templarios celebraron el hallazgo construyendo una capilla en aquel mismo sitio.

No sería hasta años más tarde, eso sí, cuando los Templarios comprendieran que aquella talla tenía una historia propia. La virgen no era otra que la que Santo Toribio se había traído de Jerusalén en el siglo V. La Virgen permaneció en la antigua catedral de Astorga, donde la adoraron durante 300 años hasta que los fieles cristianos tuvieron que ocultarla en el año 714 por miedo al saqueo sarraceno.