El Grial es el nombre que recibe la copa usada por Jesús en la celebración de la Última Cena. A pesar de su notoriedad, el Grial forma parte de la mitología cristiana medieval, por ese motivo no se tiene ninguna referencia a él en la biblia. De hecho, fueron diversos los autores que contribuirían a difundir su fama hasta convertirlo en Santo.
El Santo Grial y los Caballeros Templarios
Son muchas las leyendas sobre tesoros escondidos en el Castillo de los Templarios de Ponferrada, pero ninguno de esos tesoros puede compararse al que sería el más grande e importante para la Cristiandad.
Los siglos XI y XII fueron muy complicados y peligrosos en Europa. Las Cruzadas, las terribles batallas de guerreros cristianos contra los infieles, fueron una constante.
Durante esta época, Jerusalén y Santiago de Compostela fueron ciudades muy importantes para la cristiandad y se convirtieron en centros de peregrinación. La ruta a Santiago de Compostela creció tanto, que los ataques a los cuantiosos peregrinos se tornaron crueles y continuos.
La Orden de los templarios se dirigió entonces a la Península Ibérica para proteger a los peregrinos en su ruta hacia Santiago. Para tal fin, los templarios construyeron diversos castillos y en ellos guardaron considerables tesoros, entre ellos el más significativo para la cristiandad.
La leyenda cuenta que, en el Castillo de los Templarios de Ponferrada, los caballeros ocultaron, entre otras riquezas, el Santo Grial, el Arca de la Alianza con las tablas de Moisés y la mesa del rey Salomón. Y ellos mismos fueron los encargados de custodiarlos con sangre y honor.
¿Seguirá el tesoro escondido en el castillo?