PRODUCCIÓN

Cuidados ensenciales del castaño

La Importancia de la Poda
y el Mantenimiento del Suelo

Una de las labores imprescindibles para el cultivo de la castaña es la poda. Se puede realizar en cualquier época del año (siempre evitando el periodo de reposo vegetativo) y es esencial para la óptima reproducción del fruto.

Debemos tener presente que las ramas más vigorosas son las que reciben más savia, produciendo sobre todo madera, mientras que las ramas menos vistosas, y por tanto las que reciben menos savia, son las encargadas de dar el fruto.

Mediante la poda controlada lo que haremos será favorecer la floración y el engrosamiento del fruto haciendo una selección y un control del desarrollo de las ramas.

Es importante no olvidar que, como cualquier planta, el castaño también puede sufrir enfermedades, la mayoría de ellas están provocadas por hongos que pueden atacar tanto a la hoja como a la madera, debilitándola y pudriéndola, llegando incluso a causarle la muerte.

Aparte de la poda, otra acción importante es la labor de suelo alrededor del propio árbol. Estas actividades deben realizarse de forma superficial para no dañar las raíces y sirven, en primer lugar, para mantener el suelo limpio facilitando así la recolección y evitar también la propagación de incendios. Además, estas labores favorecen la descomposición de los restos de la cosecha anterior convirtiéndolos en alimento para la planta.

El proceso de recolección

Por norma general la recolección de las castañas se da a comienzos de octubre, con la entrada del otoño, y cuando el erizo ya va llegando a su madurez, cayendo al suelo y dejando a la vista nuestras preciadas castañas.

Esta recogida o “paña”, como mejor la conocemos aquí en el Bierzo, se realiza generalmente a mano siendo imprescindible el uso de guantes para evitar en lo posible pincharnos con las púas de los erizos. La recolección manual nos permite ir seleccionando el fruto a medida que se recoge. Las castañas se depositan en cestos de mimbre, para dejar que el fruto respire y no se pudra. Está desaconsejado utilizar y almacenar las castañas en bolsas, cestos o sacos de plástico.

Otro sistema de recolección, más rápido y menos laborioso para el trabajador, es la utilización de aspiradores individuales especialmente indicados para esta tarea. Esta recolección precisa de una selección posterior del fruto.

Es importante tener en cuenta que no todo lo que hay en el suelo vale. Mientras se “apañan” hay que examinar castaña a castaña para asegurarnos que se han formado correctamente y que no han sido atacadas por algún insecto. Independiente del tamaño es la calidad y estado de la castaña, por lo que no se recogen aquellas que no estén enteras, que sean paletas (no estén llenas) o que no hayan conseguido el grado de maduración adecuado (castañas blancas).

Tras su recolección lo mejor es trasportarlas en cestas de madera o sacos de malla para preservar su conservación.

Cuando las castañas llegan a la fábrica, se vacían en una máquina seleccionadora donde se irán separando por tamaños y donde se limpiarán desechando cualquier resto que pudiera venir del campo: tierra, hojas, piedras… Las castañas frescas se clasifican según calibre y variedad. Las castañas destinadas a ser transformadas tendrán que pasar por dicho proceso antes de su envasado. Bajo la Marca de Garantía encontramos 5 formas de consumo diferentes: castaña fresca, castaña seca, harina de castaña, pasta de castaña y castañas cocidas naturales.

Todas las variedades

PAREDE O PARED

Se consideran casi autóctonas y se caracterizan por su intenso aroma, textura suave y sabor dulce. Son de menor tamaño y de color rojizo vivo.

GALEGUIÑA O NAVIA

Esta variedad se caracteriza por tener una hoja muy alargada y estrecha, con muchos nervios y dentada. Castañas redondeadas, con un color rojizo apagado.

RAPADO O RAPONA

Hoja ligeramente alargada, ancha y muy dentada. De color verde intenso y muy nervadas. Sus castañas son de un tono marrón oscuro, listadas en tonos más claros.

DE PRESA

Sus hojas son más pequeñas y anchas. Las castañas presentan formas globosas, de color rojizo oscuro y brillante.

NEGRAL O INJERTA

Castaña de buen calibre, muy redondeada y con listones muy marcados y anchos. Destaca por su color rojizo brillante. Hojas muy alargadas y estrechas.

RAIGONA

Castaña de color rojizo claro, con pared lisa y listada con finas líneas de color marrón. Hojas alargadas y muy dentadas.

COURELÁ

Es una variedad de buen calibre, de color rojizo parduzco. Su base plana se opone a su lado más convexo. Sus hojas son muy alargadas, de color verde oscuro y nervios claros.