Según algunos textos, el Conde Gatón era hermano del rey Ordoño I, por lo que sería hijo de Ramiro I y Paterna de Castilla. Sin embargo, para otros historiadores, Gatón y Ordoño podrían haber sido cuñados, al haber estado el rey casado con Nuña, de quien se dice que podría haber sido hermana de Gatón.
Sea lo que fuere, su primera aparición histórica coincide con la repoblación de Astorga en el año 854. De tal suceso se cuenta que Gatón, conde de la comarca del Bierzo, dirigió una de las acciones de asentamiento asturiano en la antigua ciudad maragata.
El Conde Gatón y la Charrasca
Textos y fábulas narran que Gatón comenzó a reconquistar el Bierzo por el noroeste, por la localidad de Paraxís o Parajís, en el municipio de Balboa. Hasta allí se habían retirado los bercianos ante la clara superioridad musulmana. Los montes les ofrecerían protección y tiempo para reagruparse bajo las órdenes del valeroso conde y buscar, así, la forma de iniciar una contraofensiva.
Del Conde Gatón se dice que era un noble extremadamente fuerte, decidido y también un tanto huraño. Prueba de ello fue que, en un ataque de ira y delante de sus huestes, sacó su espada (la famosa charrasca) con la intención de asestar un golpe. En su trayecto se interpuso un carballo (roble), haciendo que su arma se partiese en dos para gran sorpresa del conde.
Sus vasallos le temían más de lo que le respetaban por su fama de vengador. Es más, se sospechaba que ese carácter avieso del conde se debía a que tenía algún pacto con el maligno y no eran sospechas infundadas, pues gatón era una de las muchas formas de señalar al demonio. Curiosamente en la ermita de Paraxís existe una talla que se asocia a un demonio amenazante sobre la que corren también algunas leyendas y supersticiones.